A 2.800 metros sobre el nivel del mar, Kagbeni es un pueblo tesoro y la puerta a Upper Mustang. Sin un permiso especial, los visitantes extranjeros no se pueden aventurar mucho más allá de este puesto que fue una vez fortificado. Unas ruinas aún rodean el asentamiento, y las casas que están hechas de barro y piedra muestran el desgaste del tiempo. Cada mañana, la tierra agrietada y desmoronada es barrida por escobas hechas de cañas y palos.
Es aquí, en Kagbeni, donde los comerciantes de Lo Manthang, Manang y Dolpo intercambiaban mercancías en el patio principal y descansaban antes de viajar a otras regiones. Situado junto al río Kali Gandaki, Kagbeni se encuentra al norte de las montañas Dhaulagiri y Annapurna. Aunque llegar a esta legendaria ciudadela fue una vez una tarea enorme, los visitantes ahora pueden caminar fácilmente desde Jomsom para llegar en menos de tres horas. Los jeeps también se dirigen lentamente por el camino de tierra, pasando autobuses que serpentean desde el aeropuerto de Jomsom. A pesar de un influjo de visitantes, incluido los senderistas del Circuito del Annapurna, los viajeros que se dirigen a Mustang, los excursionistas del Paso Thorong La y los peregrinos que regresan de Muktinath, la cultura de Kagbeni perdura.
Photo: Michelle Welsch
Kagbeni está impregnado de influencia tibetana. Chortens y ruedas de oración dan color al panorama polvoriento; banderas tibetanas de color azul, blanca, roja, verde y amarilla ondean en el viento. Por encima del pueblo, las paredes de roca albergan una colección de cuevas donde los monjes alguna vez se quedaron para meditar y rezar. El monasterio rojo, una imponente estructura cuadrada, es el más notable del pueblo. Los monjes te saludarán y te preguntarán si quieres un recorrido de los terrenos.
Para caminar por el pueblo, atraviesas callejones estrechos y pasillos apretados que pasan por debajo de los edificios. Las casas están muy pegadas una al otra, con caminos azotados por el viento que reflejan el paisaje. Fuera del pueblo en sí, los lugareños cultivan meticulosamente franjas de tierra verdes y amarillas. El alforfón, la cebada y los granos son sembrados y labrados, creando un mosaico que envuelve los bordes exteriores de la tierra. Teniendo de fondo los cielos azules, las fotos tomadas aquí no requerirán filtros ni edición.
Sin embargo, la vista más notable se encuentra cerca del final del pueblo: un impresionante mirador hacia Lo Manthang y las tierras de Upper Mustang. Puedes disfrutar de este impresionante lugar sin tener que comprar ningún permiso adicional; el ACAP (Annapurna Conservation Area Project) y el TIMS (Trekker’s Information Management System) cubrirán a la mayoría de los invitados extranjeros.
Photo: Michelle WelschEl tiempo parece detenerse en este borde, donde convergen ríos y tierras. Regresando hacia el pueblo, es impresionante estar en un lugar con tanta historia visible e historias de otros que han pasado por aquí. Una experiencia de por vida para cualquier viajero.
DONDE QUEDARTE
Encontrarás una selección de pensiones en Kagbeni, la mayoría de las cuales sirven deliciosos cafés y dulces horneados. Pero reserva temprano porque las temporadas altas atraen muchos visitantes y los guías turísticos y las agencias de viajes reservan los alojamientos más populares con anticipación.
El recientemente renovado Redhouse Lodge encanta a los huéspedes con sus cómodas habitaciones y un monasterio privado. La gumba interna es básicamente un museo con libros y la segunda estatua budista más alta de la región de Mustang (la más grande se encuentra en Lo Manthang).
Hotel Yac Donalds es otra joya, un edificio con detalles coloridos en el centro de la ciudad. Las habitaciones son básicas y limpias, con actualizaciones modernas que atienden a los viajeros. Pide una rebanada de crumble de manzana para disfrutar en la terraza delantera.

Photo: Michelle Welsch
COSAS QUE HACER
Pasea por las calles para encontrar Cafe AppleBee’s. Es uno de los últimos edificios a los que llegas antes de salir del pueblo hacia Upper Mustang. Disfrute de las vistas, junto con un latte Illy.
Como en cualquier pueblo a lo largo del Circuito del Annapurna, el dal bhat (plato de arroz y sopa de lentejas) adquiere los sabores de la tierra local. Aquí, el dal es ahumado y cremoso por estar cocido sobre una fogata. Los chefs siempre son amables y con gusto te recibirán en sus cocinas para compartir una receta para que la lleves a casa.
Desata a tu científico interior y ve en busca de fósiles. Shaligram—los fósiles redondos con forma de concha—se consideran recordatorios sagrados del dios hindú Vishnu.
Pasa tiempo en el monasterio local para aprender sobre la cultura y las prácticas tibetanas. Aunque el centro ahora sirve principalmente como una base educativa para estudiantes de primaria, todavía se pueden observar artefactos tibetanos y ceremonias de adoración (puja).
Para abrir el apetito por la región y tu viaje, ve ‘Kagbeni’, una película nepalí de 2008 basada en la historia de terror La pata de mono (The Monkey’s Paw).
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